miércoles, 7 de enero de 2009

CON EL GALLEGO NO SE JODE

El chulo se sonrió tan de costado que casi se mordió la oreja.
(así de feliz estaba)
Vació el vaso de un trago y pidió otro.
Del otro lado del ventanal se paseaban putas y canas.
Una mosca se le posó en la mejilla y le caminó la cara.
Sintió cosquillas y se cacheteó.
Entonces se dio cuenta,
y una repentina rabia,
una vergüenza de proxeneta,
se le enroscó en las piernas y lo empujó hacia la puerta.
La noche bostezaba putas y canas.
En la esquina reconoció una melena y se le incendió la rabia.
Llegó a caminar un par de metros nada más.
Dos dientes calientes le mordieron la espalda.
¨Malditos chulos¨- gritó el dueño del bar.
Mientras un frío muy frío le hablaba y le recordaba:
¨Saliste sin pagar¨
¨Con el gallego no se jode¨
Y se murió.

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