-Bueno- le dijo la otra- ¿y ésta azul con rayitas grises?
-Menos que menos.
-¿Y qué te parece un pantalón? Hay varios.
-Puede ser- dijo repasando con la mirada las prendas allí colgadas.
-Yo me quedo con esta camisa y este vaquero.
-¡Ay!- gimió la otra- No puedo decidirme.
-¡Mirá que sos cajetilla!
Herida por estas palabras, se dio media vuelta y le gritó a su amiga:
¨Callate tarada, ¿A mi me decís cajetilla?¨
-¡Entonces decidite!
-Es que no sé. Nunca tuve tanto para elegir.
En eso se abrió una puerta y apareció una niña.
Tan chiquita y cómo gritaba:
¡Mamá, polillas!

1 comentario:
¡ja! ¡ja! Digno de "tu pluma" o tu cabeza. No hay caso, acá está Ariel, no sé si Leira.
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